Entrenando y compitiendo con palomas adultas.

Los meses más interesantes y más bonitos del año para el colombófilo son esos en los cuales las competencias de adultas ocurren marzo, abril, y mayo. Parece ser una larga espera al terminar los vuelos de pichones un año y al comienzo de la temporada de crianza del siguiente. Y en contraste pareciera que las semanas se van rápidamente una vez que la temporada de vuelos ha comenzado. Parece ser que el tiempo vuela entre los vuelos del sábado al tiempo del enceste para el siguiente vuelo, el jueves o viernes.

Las competencias de nuestras palomas adultas son ciertamente las más fascinantes y emocionantes, al menos para mí sí. Estamos compitiendo, a veces las grandes distancias, palomas que hemos venido conociendo como individuos y compañeras. La emoción que se experimenta cuando llega una favorita al palomar de un vuelo largo, posiblemente al borde de la oscuridad, nunca párese debilitarse, y además, la tristeza y la pena que sigue a la pérdida de una campeona sigue siendo para muchos un día largo y triste. De hecho, por varios meses después, la primera cosa que un colombófilo hace al venir a casa del trabajo es entrar al palomar a ver si la paloma ha vuelto.

Me recuerdo bien haber perdido una hembra en particular muy buena en un vuelo de Chihuahua. Ella había ganado en vuelos duros, y por meses, tan pronto como llegaba a casa, iba al palomar a ver si ella había vuelto. Ella volvió, pero dos años después de que la había perdido. Ella entro en el palomar y voló derecho hasta el nido en el cual la había apareado dos años antes. Me dio gusto tenerla de nuevo, cuando ella se perdió. Tenía seis pichones en el palomar que eran hijos de ella y cuando ella volvió yo todavía tenía los seis, y eran todos voladores excelentes. Por lo tanto podía aparearla con el mismo macho para el siguiente año. Creo que la habían mantenido agarrada en algún palomar, y en la primera oportunidad se vino de regreso.
Los pichones jóvenes vienen a casa por dos razones esenciales: Primeramente, por un lugar seguro donde dormir y en segundo lugar por la comida. El hecho de que las palomas adultas estén apareadas durante la temporada de competencias les da un incentivo adicional, el deseo de llegar a casa a ver a su compañero y huevos (o pichones de acuerdo con las circunstancias). Los colombófilos deben hacer uso de este impulso de lo mejor de su capacidad. Deben aprender en qué período en el ciclo del nido es probable que una paloma está más ansiosa, porque es esta ansiedad que estimulará a la paloma a llegar a su palomar lo más pronto posible. Pero las palomas son todas individuales, y mientras que una paloma compite bien en una condición del nido, otras pueden realizarse lo mejor posible en diferentes circunstancias. Este método de competir con nuestras palomas "apareadas” se conoce como el sistema natural, y éste es el sistema que es utilizado por la mayoría de los colombófilos en Bélgica (cuando ahora lo llaman (viudez).

En Europa la mayoría de colombófilos vuela en el sistema de viudez. Bajo este sistema, después de criar una tanda de pichones, las hembras se separan de con los machos, que se mantienen en sus nidos. Solamente se compite con los machos a ese tiempo. Y se les permite estar con sus compañeras por un tiempo corto, cuando (y solamente cuando) vuelven de un vuelo. Este sistema hace uso del deseo natural del macho para acoplar con su hembra, y este es, sin duda, un incentivo muy eficaz. Algunos colombófilos también muestran la hembra al macho detrás de rejas antes de que él vaya al vuelo. Los detalles no importan aquí, porque el sistema tiene un número de desventajas para un palomar pequeño, y el principiante debe volar sus palomas en el sistema natural.
Una decisión que a menudo preocupa al colombófilo novato al principio de la temporada es en cuándo él debe aparear sus palomas. Algunos viejos colombófilos le dirán aparea temprano, algunos lo aconsejarán esperar hasta mediados de febrero. La respuesta es simple: él debe aparear de ocho y media a nueve semanas antes de la fecha del primer vuelo. Si se asume que las hembras tardaran 9 días para poner después de aparearlas, y dando un plazo de 20 días del primer huevo hasta que los pichones nazcan, y 24 días más hasta que los pichones están listos para destetarse, el total es de 53 días o 7 ½ semanas. Por lo tanto, si las matemáticas antedichas están correctas, los pichones pueden ser destetados una semana antes del primer vuelo. Obviamente no todas las hembras pondrán en el noveno día del apareamiento, pero ésta es la fecha generalmente para la mayoría.

Muchos colombófilos incurren en la equivocación de comenzar a entrenar a sus palomas adultas mientras que la primera tanda de pichones todavía está en el nido. El clima a principios de febrero es a menudo muy frío en México y el viento está con frecuencia al noreste. Entrenar a las palomas bajo estas condiciones no les hará ningún bien. Tenderá a hacer que tengan aborrecimiento a la cesta antes de que la temporada de competencias haya comenzado. También, si se pierden algunas adultas, o están ausentes por un día o dos, dejan a los pichones sin uno, o aún ambos padres con las consecuencias desastrosas para la ruta de pichones venidera. Esto sucede. Varios colombófilos me han dicho que se les han muerto los pichones en el nido de frió mientras que sus padres estaban ausentes en su entrenamiento, o habían quedado huérfanos porque habían perdido a sus padres.

Nuestro primer deber entonces, es cerciorarnos de que tenemos pichones bien crecidos y sanos de la primera tanda de huevos, entonces, cuando se han destetado éstos, el entrenamiento puede comenzar. Evite la tentación de inscribir sus palomas a varios vuelos de la pre-temporada que se celebran cada año. ¡Deje éstos para otros compañeros!

Los colombófilos que comienzan a entrenar temprano pueden volar bien en el primer o segundo vuelo, pero entonces sus palomas salen de la forma por el resto de la ruta. Intente arreglar las cosas para que sus palomas alcancen la forma máxima a mediados de la ruta de competencias. Algunas de ellas alcanzarán esta condición más pronto, algunas más adelante, pero a lo largo de los vuelos algunas de su equipo estarán en forma superior.

Las palomas adultas no vuelan tan libremente alrededor del palomar como lo hacen los pichones y ellas pasan una tiempo considerable de las horas de la luz del día incubando sus huevos, durante esos períodos no están teniendo ningún ejercicio en absoluto. Es por lo tanto necesario conseguir que estén bien físicamente enviándolas a un número de sueltas de entrenamiento. Además entonarlas de los músculos pectorales (éstos son los músculos a los lados de la quilla, o esternón, responsables de levantar y bajar las alas), este entrenamiento también sirve para revisar su conocimiento de esos treinta o cuarenta Km. vitales. Como con los pichones jóvenes, sus palomas adultas deben estar familiarizadas a fondo con esta última parte del viaje.

Hemos visto que, si las palomas se aparean ocho y media semanas antes del primer vuelo, los pichones pueden ser destetados alrededor de una semana antes. Todas las palomas que van a competir durante la temporada se les debe entonces dar seis sueltas de entrenamiento de quince, veinte, treinta, treinta y cinco, cuarenta y cinco y sesenta Km. en días consecutivos durante esta última semana, todos los puntos en la dirección de la ruta de vuelo.

Como con los pichones jóvenes, si el tiempo no es favorable y por lo tanto inadecuado para el entrenamiento, es mejor dejar las palomas en casa y esperar a que mejore el clima.
Una nota cuidadosa se debe hacer siempre de las fechas en las cuales las hembras pusieron pues es importante que las hembras no sean mandadas a competir o entrenar si van a poner en medio de los próximos siete días, o haber puesto en el transcurso de los cuatro días anteriores. Puede también ser necesario guardar en el palomar, y no mandar al entrenamiento, a algunas palomas para que calienten los huevos que usted quiere que saquen u ocuparse de pichones pequeños. Estas reglas se aplican a través de la temporada de vuelos y no nomás a esas sueltas de entrenamiento inicial.

Si el clima durante la semana antes del primer vuelo es bueno y usted planea dar a las palomas las seis sueltas de entrenamiento, es mejor mandar tantas yearlings al vuelo como sea posible, porque éstas tienen menos experiencia que las palomas más viejas y se beneficiarán de volar este primer vuelo corto. También las hembras más viejas que pusieron su segunda tanda de huevos anteriormente pueden ser enviadas, porque habrán estado echadas ya diez a catorce días en estos huevos y, si no se les permite sacar, es posible enviarlas únicamente a dos vuelos antes de que los abandonen (decimos desertar.) de los huevos. Pondrán otra vez pero estarán fuera del entrenamiento y de competencia como por una quincena.

Si el clima es pobre, y usted no puede dar el número completo de sueltas de entrenamiento, entonces solamente meta a un equipo pequeño, y termine las seis sueltas de entrenamiento la semana siguiente.

Después del primer vuelo, será necesario quitar esos huevos que usted no desea que nazcan, y substituirlos por huevos de plástico o, todavía mejor, por huevos viejos verdaderos que usted sabe que no pintaran. Los huevos que se quitan se pueden marcar con una cruz, y usarlos en vez de los de plástico más adelante en la ruta. Siempre he sentido que una paloma adulta puede distinguir la diferencia entre los huevos de plástico y los verdaderos. Los huevos de plástico tienen una sensación totalmente diferente. Puede ser solamente un punto pequeño, pero es importante que la paloma crea sinceramente que los huevos van a nacer, si se espera que la paloma de lo mejor de sí al competir con ella.

Muchos expertos dicen que una vez que las competencias comiencen, todas las operaciones de crianza deben cesar. Es decir todas las palomas deben ser competidas con los huevos de plástico en vez de los huevos verdaderos y pichoncitos. Creo que esto es totalmente incorrecto. Estos pichones de la segunda tanda, y los tardíos de la tercera tanda de la temporada, pueden ser extremadamente útiles y una ayuda valiosa para el éxito en las competencias en los vuelos de adultas.
Esos huevos que se requiere que nazcan (probablemente de las mejores parejas) se deben poner bajo parejas donde el macho sea un añal (yearling) (la razón de esto lo veremos más adelante), un huevo bueno a cada pareja. No podemos esperar que las palomas críen dos pichones y competan al mismo tiempo. Cada una de estas parejas por lo tanto tendrá un huevo de plástico y un huevo bueno y. Los padres adoptivos para estos huevos deben ser elegidos cuidadosamente de esas parejas que pusieron el mismo día, o un día antes, o después, y si ambos padres (o los padres nodrizas) son mandados a una suelta de entrenamiento o a un vuelo, los huevos deben ser colocados temporalmente bajo otro par. Deben, por supuesto, ser marcados cuidadosamente, con una pluma o marcador suavemente, para asegurarse de que no haya ningún error.

Para el segundo vuelo, el equipo debe ser seleccionado temprano en la semana, y a todas esas palomas darles dos sueltas más, preferiblemente el miércoles y jueves, de treinta y cuarenta y cinco Km. Si el clima parece prometedor para el sábado, las chanzas de mandar muchas palomas a este vuelo son posibles, con excepción de los machos más viejos que pueden ser dejados en el palomar. Las palomas estarán echadas diecisiete días, o más, y las hembras deberán estar extremadamente entusiasmadas y tener un buen rendimiento, pues los huevos estarán a punto de apitonar.

Antes del tercer vuelo, los huevos buenos que se les ha permitido permanecer nacerán, y las otras parejas estarán echadas su período normal de incubación en los huevos de plástico. Se echaran por tres o cuatro días después de que los huevos han debido nacer y después los abandonarán. Cuando un par abandona los huevos, los huevos de plástico deben ser quitados y las cazuelas deben ser transferidas al otro extremo del nido. ¡Si las cazuelas, fueran dejadas en la misma posición las palomas estarán poco dispuestas a poner en el mismo lugar que no habían rendido previamente ningún resultado! El macho y la hembra estarán trastornados por un día o dos porque los huevos no pudieron nacer, pero después comenzarán a anidarse otra vez, el macho llevara a la hembra al nido como antes.
Seleccionando las candidatas para el tercer vuelo, todas las hembras que han abandonado sus huevos deben ser dejadas fuera de ese vuelo porque irán a poner otra vez en cerca de siete días, y no deben ir a la cesta en por lo menos cuatro días después de que eventualmente pongan el segundo huevo de la tanda siguiente (que será la tercer tanda de huevos). Esto nos trae las ventajas de permitir que algunos huevos nazcan.

Las hembras que se ocupan de estos pichones pequeños de la segunda tanda estarán muy motivadas y pueden ser enviadas a este tercer vuelo. Sus compañeros podrían también ser enviados, pero es mejor guardarlos en el palomar para que se ocupen de los nidos mientras que las hembras están ausentes. Nota: si se manda un macho y su hembra, se debe encontrar otro par para que le den de comer al pichón mientras que estos están ausentes, y debe ser un par con un pichón del mismo tamaño. Pero recomiendo que las hembras sean mandadas al vuelo solamente cuando el pichón este de menos de cinco o seis días de edad.

Todos los machos yearlings que han abandonado su segunda tanda de huevos deben ser dejados en el palomar con sus compañeras, y no competirlos ni entrenarlos hasta que sus hembras hayan puesto el primer huevo del siguiente par de huevos (la tercera tanda). Los machos de dos años de edad, o más, que están llevando al nido, pueden ser mandados a este tercer vuelo. Probablemente no habrán volado tampoco los primeros dos vuelos, y se han guardado para este vuelo cuando el equipo es inevitablemente pequeño. Se les debe dar dos sueltas de entrenamiento durante la semana antes del vuelo, junto con los otros candidatos. Estos machos más viejos mientras que están lejos en el vuelo estarán muy ansiosos por saber donde estarán sus compañeras, y previéndoles que estén en una excelente forma, deben hacer cada esfuerzo para llegar al palomar lo más pronto posible. Los machos de un año, por otra parte, no son fiables si son mandados cuando están llevando al nido. Se pierden muy fácilmente, y esta es la razón por la cual se dejan en el palomar.

Ahora al cuarto vuelo. Probablemente ninguna de las hembras habrá puesto otra vez, y los candidatos deben ser elegidos de los siguientes:

Machos de dos años de edad (o más viejos) llevando al nido.
Hembras con pichones de 7 días de edad, o más chicos. Machos yearlings, y otros machos con pichones de 7 días de edad, o más viejos, o palomas que todavía estén echadas en su segunda tanda de huevos plásticos.


Aquí está la segunda ventaja del sistema natural con pichones. Los machos de un año pueden ser enviados a este cuarto vuelo y a sus hembras se quedan en el palomar. Sin importar si han sido previamente estresados esos machos yearlings (que significa machos de un año de edad) no deben ser entrenados, o competidos cuando están llevando al nido, esto no se aplica cuando tienen un pichón en el nido. Son entonces mucho más constantes que cuando no hay pichón en el nido y se pueden volar con seguridad, y a menudo con resultados muy satisfactorios. Estos jóvenes, por lo tanto, permiten al colombófilo enviar los machos de año al cuarto y quinto vuelos, cuando de otra manera habrían tenido que ser dejados en el palomar.

Para el momento en que llegue el quinto vuelo, algunas de las hembras habrán puesto su tercera tanda de huevos. Se les puede dar las sueltas usuales y ser enviadas al vuelo. Las hembras que están alimentando a su pichón de la segunda tanda probablemente no habrán puesto, solamente sus machos pueden ser mandados, según lo descrito arriba, mientras que ellas permanecen en el palomar.
Las mismas reglas se aplican a la selección de las candidatas para los vuelos restantes. Y el método de entrenamiento es siempre: dos sueltas de treinta y cuarenta y cinco Km. para esas palomas que no han competido en la semana anterior, y una suelta de cuarenta y cinco Km. para las que si compitieron.

Para el tiempo en que se haya volado el sexto vuelo, los pichones de la segunda tanda estarán destetados, o listos para destetar, pero no deben ser destetados antes del enceste de uno de los padres para un vuelo, ni en el plazo de veinticuatro horas de su regreso.

Cuando la tercera tanda de huevos tiene cerca de 14 días, los que no se quieran se deben sustituir por huevos de plástico (o huevos verdaderos marcados con una cruz) como antes. Un o dos huevos pueden ser dejados nacer bajo parejas que han tenido huevos de plástico en el segunda tanda. Estas parejas se deben seleccionar cuidadosamente después considerar los vuelos a los cuales usted desea mandar cada paloma en particular. Por ejemplo, vamos a suponer que usted desea mandar cierta hembra para competir el jueves 5 de junio. Viendo en las notas en su libro del palomar usted encuentra que ella puso el 12 de mayo. Los huevos, por lo tanto, deben nacer el 1 de de junio. No obstante, a los huevos no se les permita nacer, la pareja los abandonará antes del 5 de de junio y usted no podrá enviar su hembra al vuelo. Pero si usted permite que uno de los huevos nazca, entonces usted podrá enviar a su hembra con confianza sabiendo que ella está en una condición realmente favorable de nido porque el día del enceste ella alimentará a su pichón de cuatro días de nacido. Algunas veces es posible anticipar o retrasar la fecha del nacimiento, transfiriendo un huevo que fue puesto un día antes o un día después a otra pareja, para obtener las condiciones deseadas del ciclo en el nido.

Las palomas son encestadas generalmente para los vuelos más largos el jueves, o el miércoles, e igual de vez en cuando más pronto. En estas circunstancias, previniendo que la paloma en el palomar abandone sus huevos cuando su macho está ausente por tres o cuatro días, es siempre un problema. Pero si ambas palomas de la pareja están ausentes, es simple.
Estipulando que ambas palomas vuelvan el mismo día allí generalmente no hay ninguna dificultad en conseguir que vuelvan con sus huevos. Pero si (como es a menudo el caso) solamente una del par se envía al vuelo, entonces la otra paloma debe ser sacada de los huevos la mañana después del enceste, y ponerla en una cesta de repuesto hasta que llega el compañero a casa. Esto hace necesario tener dos cestas para estas palomas, una para las hembras, y la otra para los machos. Cuando la paloma que se ha enviado al vuelo regresa, su compañero puede ser sacado de la cesta, y ambas continuaran incubando los huevos absolutamente felices.

Esta dificultad de mantener las palomas echadas demuestra otra atracción del sistema natural usando al pichón pequeño. El macho, si es dejado en el palomar, generalmente mirara después de esto todo el tiempo que su compañera está ausente, y no necesita ser puesto en una cesta. Pero si parece que probablemente quiere dejar al pichón en la noche, el pichón debe ser transferido bajo otro par que tengan un pichón de una edad similar. Ponga el macho en la cesta hasta la mañana siguiente, y luego le podemos poner otra vez el pichón. Al regresar de un vuelo, una paloma tomará siempre a su pichón, pero después de varios días en la cesta en camino al punto distante de un vuelo, y especialmente después de haberlas mantenido por mucho tiempo en la troca cuando las palomas no se pueden soltar por algunos días debido al mal tiempo, es a menudo tentativo para ellas dejar un par de huevos.

Mientras que procede el programa de palomas adultas, y los vuelos aumentan en distancia cada semana, el colombófilo novato se preguntara que tan lejos él debe mandar a sus palomas. Exactamente como le aconsejaron con los pichones, parar un número en la etapa de 140-Km. así pues, en su primera ruta de adultas, él no debe enviar a sus añales (yearlings) demasiado lejos. Trescientos Km. más o menos son suficientes, así que él no podrá competir en los acontecimientos más largos. El año siguiente él debe entonces tener un número de palomas adultas de dos años de edad, y éstas se pueden enviar hasta setecientos cuarenta Km., y el año próximo él debe poder competir sin problemas con el programa. Es entonces una tarea de cuatro años para establecer un palomar de palomas, y el colombófilo novato debe estar contento sin darse prisa lentamente por si él pierde todos sus pichones o todos sus añales, a él le tomará un año más antes de que él pueda competir en la ruta entera de adultas Mientras que es la ambición de la mayoría de los colombófilos tener éxito en los vuelos de fondo desde 600 Km. o más, debe ser recordado siempre que, en el programa normal del club, hay probablemente cinco o más de los diez vuelos de 500 Km. o menos, y el colombófilo quién tenga una buena paloma que gana constantemente de estas distancias más cortas, no debe estropearla mandándola más lejos. Una paloma es como un corredor, marca el ritmo a sí misma en un vuelo de acuerdo con la distancia que espera tener que volar y una vez que una paloma haya estado en un vuelo largo que sea necesario volar doce horas, es poco probable que vuelva a ser rápida otra vez en los vuelos más cortos.

El programa para cada paloma debe ser planeado cuidadosamente, para aumentar la distancia de los vuelos para los cuales se incorpora gradualmente. Después de volar un vuelo de cierta distancia, la paloma no debe ser “retrasada” a una distancia menor, porque hay siempre el peligro que si se hace esto, ella volara de mas, es decir, ir más allá de su destinación, pensando que todavía tiene algunos Km. por ir. Por lo tanto, si una paloma se vuela en un vuelo de 450 Km. una semana, no debe ser enviada a un vuelo de 180 Km. la semana siguiente, pero debe ser guardada para el vuelo de 600 Km. la semana después de esta.

No podemos ignorar de que una paloma debe ser inscrita a un vuelo siempre que esté físicamente en forma y las palomas que pasan una noche o dos fuera se les debe de dar suficiente tiempo para recuperarse antes de que compitan otra vez.

Aprenda a reconocer las muestras de la buena salud y condición máxima de sus palomas. Pase todo el tiempo razonable posible con sus palomas, tanto en el interior como en el exterior del palomar y anote mentalmente las que estén en condiciones perfectas. Aviso si cualquier paloma está particularmente entusiasmada en sus huevos o pichones, o cualquiera de otras muestras que puedan conducirle a pensar que cierta paloma la hará bien. Una hembra celosa de otra hembra que está en un nido adyacente, y está intentándole robar a su macho, es un ejemplo. Los machos cuando están en forma suprema están continuamente en movimiento, impulsados por volar alrededor cada pocos minutos, en hecho demuestran todas las muestras a fondo de gozar de la vida y parecen estallar de energía. Las hembras estarán paradas con sus colas que tiemblan, cada pluma firmemente, de modo que sea imposible ver donde una acaba y la siguiente comienza. Los patas de las palomas aparecen rositas, limpias, y calientes al tacto, sus narices son tan blancas como la nieve y sus ojeras temblorosas.
Al hacer la lista de entrada para un vuelo, en el club, el colombófilo debe anotar los números de anillo de las palomas en el orden en el cual él piensa que llegarán. Conseguir esto correctamente no es fácil. En hecho me da gusto siempre ver a una paloma que no esperaba hacerla bien, y ganarle a la paloma favorita. El colombófilo quién puede pronosticar siempre correctamente cual será su primer paloma es probablemente un hombre con una buena paloma solamente.

Para elegir cual paloma poner al frente, allí hay cuatro cosas a considerar. Y son:
La raza de la paloma (el funcionamiento en competencias de sus padres y abuelos).
El funcionamiento anterior de la paloma.
Su aptitud general.
Su condición en el nido.

Anteriormente en este capítulo he mencionado varias condiciones en el nido en las cuales las palomas pueden ser enviadas a un vuelo. De éstas la mejor se puede resumir como sigue:

MACHOS

Echados de 9 a 14 días del segundo huevo.
Llevando al nido (añales no se enviarán en esta condición).
Con un pichón en el nido de más de 7 días de edad (y que estén llevando al nido, o echados en la siguiente tanda de huevos).

Esta última condición es especialmente valiosa para los vuelos más largos. Los machos comen mejor en la cesta, y el pichón grande les proporciona un gran incentivo para conseguir llegar a casa tarde en la noche, en vez de esperar hasta la mañana siguiente. Él macho sabe que su hembra estará echada en los huevos, pero él debe conseguir llegar a casa para alimentar al pichón, porque él hace la mayoría del trabajo de darle de comer al pichón después de que la hembra ha puesto otra vez.

Muchos colombófilos le dan de comer con la mano a un pichón grande en el nido, para relevar el macho de esta tarea, y así no agravar mucho la energía del macho antes de un vuelo largo. Pero estoy contra esto, porque si el macho encuentra que él no nenecita alimentar al pichón perderá interés en él, y por lo tanto no proporcionará un incentivo para animarlo a que consiga llegar a casa. Por cierto, he encontrado que si el pichón grande en el nido es una hembra, tanto que mejor.

HEMBRAS

Huevos casi por nacer (15 días o más).
Echadas con un pichón pequeño de 4 a 7 días de edad.
Echadas en huevos de nueve días o más.

Cuando una hembra que casi esta por sacar se envía a un vuelo se le puede poner un pichón a su regreso, y puede ser enviada otra vez la semana siguiente mientras que alimenta al pichón pequeño. Así ella puede ser enviada tres semanas seguidas en vez de las dos normales mientras está echada en los huevos.

(Especialmente con los añales) es a veces necesario descansar ciertas palomas de las competencias mientras están aconteciendo los vuelos de fondo. Esto no debe causar ninguna preocupación. Creo que a menudo les hace bien a las palomas. Vuelven a competir después de algunas semanas totalmente frescas y considerablemente más en forma. Dándoles dos sueltas de entrenamiento de cuarenta y cincuenta Km. el martes y miércoles antes del vuelo, no hay razón por la que no deban tener un buen funcionamiento.

Hace años que dos de mis añales (yearlings) (un macho y una hembra) habían volado cada uno cuatro o cinco vuelos, incluyendo uno de 500 Km. Entonces comenzaron los vuelos de fondo, y en medio de éstos eran vuelos cortos, qué llamamos los vuelos de “regreso” de cerca de 180 Km. No estaba impaciente por enviar a las dos palomas a estos vuelos cortos, así que fueron descansadas por cinco semanas. Al final de la ruta había otro vuelo mas lejos del punto de 500 Km., y las dos añales fueron mandadas, después de haber teniendo dos sueltas de entrenamiento poco antes del vuelo. Se marcaron para ganar primero y segundo, contra más o menos 700 palomas compitiendo.

Habiendo aclarado los pasos que se deben tomar para asegurarnos de que nuestras palomas sean mandadas a los vuelos en condiciones máximas de modo que puedan tener la mejor chanza posible de marcar bien, es importante ver que no incurramos en una equivocación en el palomar que estropee esas chanzas.

Es muy frustrante marcar una buena paloma, y unas horas después encontrar que el reloj se ha parado. Por lo tanto, cerciórese de que su reloj sea confiable. Haga que sea limpiado y que se reacondicione por lo menos una vez cada dos años con un reparador de reputación que entienda de relojes de palomas. Usted trate de aprender en un corto tiempo moviendo y estudiando para comprobar en qué posición poner su reloj los días de vuelo. Mucho tiempo se puede ahorrar por un pequeño pensamiento en estas líneas. Coloque los dedales (abra) cerca del reloj, con las dos mitades del dedal de lado a lado de modo que usted sepa que cabrán juntos fácilmente. Y haga un esfuerzo para estar en su palomar con sobrado tiempo el día del vuelo, de modo que usted pueda prepararse para la llegada de las palomas con anticipación.

Una mezcla de cártamo, linaza, arroz y avena pelada (y si es posible cáñamo) se debe utilizar como mezcla de trampeada los días de vuelo. Las palomas pronto aprenden y esperan encontrar esta botana a su regreso, y entran en el palomar rápidamente.
Una vez que una paloma haya trampeado debe ser agarrada con cuidado, para evitar perturbarla indebidamente, de tal modo que evite que trampeé rápidamente la próxima vez. Cuando dos palomas llegan juntas y una de ellas trampea primero, siempre es mejor marcar una paloma primero, en vez de esperar a la segunda que trampeé.

La mayoría de las palomas (incluyendo las buenas palomas) alguna vez durante su carrera compitiendo incurren alguna vez en una equivocación, haciéndolas pasar una noche o dos lejos del hogar. Se benefician de sus errores y así se hacen mejores palomas, aprendiendo a trabajar por si solas en vez de seguir la parvada. Por lo tanto debemos estar preparados para perdonar un error, pero si la misma paloma incurre en una segunda equivocación, y en un día cuando la mayoría no tiene ninguna dificultad para regresar a casa, ella si la tiene, entonces es tiempo de considerar si vale la pena el guardarla.

Creo que las palomas están aprendiendo tres años, y tres años en su mejor, e incluso la mejor paloma se puede perder si es enviada a menudo y bastante lejos. Por lo tanto, si usted tiene una buena paloma la cual ha volado bien, un número de temporadas hasta que está cerca de seis años de edad, esté preparado para retirarla y guardarla para la cría. Los vuelos son ganados, es verdad, por palomas de siete y ocho años de edad, pero incluso las palomas experimentadas pueden ser perdidas en un mal día, y su sangre se va para siempre.

Debemos estar preparados por lo tanto, para renunciar a un triunfo posible por estas viejas colmilludas, y construir para el futuro retirándolas mientras que siguen estando llenas de vigor, de modo que podamos mirar hacia adelante por un número de años criando exitosamente con ellas. Es extremadamente útil tener una o dos buenas palomas que no hayan volado, en cualquier caso. Pueden ser apareadas con las mejores voladoras, y podemos entonces evitar la desgracia de perder al compañero de una de nuestras candidatas de fondo una semana o dos antes del gran acontecimiento.