Artículo sobre la genética

EL POTENCIAL GENETICO

 

Una paloma como todo ser vivo tiene genotipo y fenotipo; el primero es el conjunto de características internas, y viene representado por la dotación cromosómica; el segundo es el conjunto de características externas.

La calidad viene determinada por ambos. En su desarrollo el primero ha condicionado al segundo.

Cuando una familia de palomas funda una raza, que no siempre ocurre, sus características externas e internas son transmisibles por la herencia; es decir, sus hijos nietos etc. son semejantes en estructura y rendimiento; lo que ocurre es que para fijar características, para crear una raza, se necesita la consanguinidad, pues esta actúa sobre el genotipo, de una forma especial que luego detallaremos, y estos apareamientos consanguíneos no se efectúan de forma insensata, si no inteligente, cuidadosa, subsanando una multitud de detalles y descartando muchos de estos pichones, conservando solo ejemplares de un nivel suficiente para construir el mecanismo que cumpla con el plan preestablecido.

Este sistema, estos injertos, esta fijación, no es eterna, se pierde en sucesivas generaciones si no se mantiene una sistemática de apareamientos no tan intensos como se hizo para su creación pero si imprescindibles y suficientes para su mantenimiento.

Como fácilmente usted comprenderá es imprescindible una constante selección artificial, ya no para crear, sino para mantener el nivel ya alcanzado.

Todo esto olvidando y sin mencionar al medio en que se desarrolla la situación. Este medio, el clima, en colombofilia además, las líneas de vuelos, las temperaturas, humedad, alimentación, régimen de vuelo, ejercicio horario, entrenamientos, concursos, orografía y un sin fin de etcéteras.

Vemos claramente las diferentes fases que son necesarias.

Se necesita un estudio, planificación y selección inicial, un sistema de apareamientos básicamente consanguíneos para fijar caracteres; una selección por estructura y rendimiento sucesivo y progresivo, y también una refrescada de sangre por lo menos antes de los primeros diez años.

Otro capítulo es el fenómeno de la adaptación que tanto infiere en el desarrollo antes expuesto, que tantas perdidas y confusión en la valoración de rendimiento origina, y que tanto tiene que ver con el potencial genético por una sencilla razón: El cromosoma memoria, responsable de la memoria de evocación.

Poco es lo que se sabe a nivel de transmisión genética; si usted toma un hijo de dos hermanos y lo cruza con una hembra resultado de un cruce, sus hijos serán la viva imagen del padre o su linaje; la madre quedará con toda seguridad reabsorbida en esa generación y ni uno solo de sus atributos aparecerá en su progenie. ¿Por qué sucede esto?

Parece como si los cromosomas del palomo fuertemente consanguíneo estuvieran envueltos en una firme e impenetrable cápsula que los protege de la influencia de los correspondientes a su hembra. De hecho algo así a sucedido.

Antes de conseguir este grado requerido de influencia de la media naranja hay que situar esta dotación genética en un grado de consanguinidad que permita otro cierto grado de influencia infiltrable.

Realmente lo que se produce es:

a.- Unión de cromosomas del macho y de la hembra. Su disposición es en dobles cadenas espirales, formadas de tripletas de aminoácidos.

b.- Duplicación y entre cruzamiento.

c.- Reducción cromática o cromosómica a la mitad.

El grado de filtración a la influencia se afina por el grado de parentesco y en su defecto por la forma física. De forma mágica también se regula por influencia cósmica corpuscular. De ahí que los tardíos se desarrollen más de un 80% de los casos, y que el grado de intercambio de características entre macho y hembra es más profundo, más puro, si se permite la expresión.

La formación acumulo de la memoria de evocación corresponde a la creación de una proteína especifica.

En este tipo de aves, no exentas de inteligencia, donde la facultad de orientación a niveles casi por instinto la memoria y sus registros juegan un papel de gran relevancia. De aquí podríamos vincular esto con el fenómeno funcional de la adaptación.